lunes, 16 de mayo de 2011

Experiencia...

Es complejo demostrar en palabras lo cuan bello que es tomar fotos con una simple caja y materiales varios. Me miraban como un loco al estar agachado tratando de tomar una escena de la plaza o del rio. Sin embargo, los resultados fueron los esperados. Cinco fotos, aveces con tiempos muy corto y otras con tiempos muy largos, donde ya los musculos y la impaciencia se apoderan de tus deseos.
    Luego se venìa el proceso. Entrar a laboratorio y manipular aquellos quimicos fue lo mas intrigante. Aveces no dàbamos los tiempos necesarios, tal vez el papel fotogràfico se cayò en el interior de la caja o, esta misma, se movio con el viento ò con las vibraciones de los pasos de la gente que caminaba al lado mio. Fueron muchas pruebas, muchos gritos de desesperaciòn, mucho tiempo en la luz roja, para lograr un solo objetivo, nuestros primeros negativos.
   Finalmente, el positivado fue el reflejo de la ardua tarèa, lo que expusimos sobre nuestros ojos y la càmara en blanco y negro. Una señal de que sin màs que alargar, esta humilde experiencia no fuè en vano, entregàndome herramientas para mi futuro, y que con un simple instrumento, nuestra visiòn refleja mas allà de lo imaginado.

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